El sector de la patata no se detiene en España a lo largo del año, igual que no lo hace el consumo. Como un jugador de ajedrez que mantiene varias partidas simultáneas, Interagro de Patatas trabaja en tres escenarios para no dejar de suministrar al mercado el producto de calidad que demanda.
El primero de los escenarios se sitúa en el Campo de Cartagena, donde se realiza la plantación de patata en cerca de 350 hectáreas.
En segundo lugar, a lo largo del mes de enero se realizan las segundas cosechas en la misma comarca. Son cerca de 150 hectáreas, en una de las innovaciones más importantes para atender al mercado español en unos meses que se salen del calendario habitual.
En tercer lugar se encuentra Castilla y León, que en el momento de liquidar la campaña a los agricultores comenzará el periodo de contratación; se analizarán las fincas donde se plantará y se escogerán las variedades más adecuadas. En 2022 volverán a ser 550 hectáreas de patata de calidad.
El responsable de Interagro de Patatas, Cosme Catalán, señala que la compañía sigue abierta a hablar con nuevos productores, “siempre que se trate de profesionales dispuestos a aceptar las reglas del juego”. Un juego que les favorece, puesto que los contratos les ha permitido percibir entre 16 y 18 céntimos por la patata de lavado, mientras el agricultor que va al mercado libre ha conocido uno de los peores años.
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