Bien sea por el cambio climático o por capricho de la meteorología, la siembra de la patata temprana en la zona de Cartagena se vio marcada por un hecho insólito, 60 días de lluvia ininterrumpida en los que las parcelas sumaron una media de 500 litros por metro cuadrado, las mayores consecuencias de este exceso de agua a destiempo han quedado patentes las pasadas semanas, durante la recolección de la patata, con unos rendimientos muy por debajo de la media respecto a años anteriores.
No obstante, durante el ciclo vegetativo de la planta los agricultores ya tuvieron que solventar varios problemas, como los brotes de mildiu y el encharcamiento de sus parcelas. Todo ello ha contribuido a una bajada en el rendimiento de las explotaciones patateras, que han registrado de media cifras comprendidas entre las 25 y 35 toneladas por hectárea.
Pero si esa ha sido la parte agria de la campaña 2022, la parte dulce ha correspondido a los precios, que se han mantenido altos durante toda la campaña de arranque, superando incluso los 0,45 €/kg.
Interagro de Patatas ha destacado un año más por una inteligente gestión de la campaña, que sumada a la profesionalidad y al buen hacer de sus agricultores le ha permitido cumplir totalmente con sus compromisos, abasteciendo al 100% de sus clientes con una patata en perfectas condiciones y de la máxima calidad.
Variedades como Soprano y Lucinda han sobresalido por encima del resto, debido a su perfecta adaptación a la zona y a su resistencia y versatilidad. También cabe mencionar el buen papel que han jugado variedades más enfocadas a industria, como puede ser Agria y otras como Memphis en el sector de la patata roja.
La campaña para José Luis Cuenca director de la zona sur de Interagro de Patatas “ha finalizado con buenas sensaciones gracias al trabajo bien hecho, a la superación de los problemas puntuales y a la plena satisfacción de los clientes, que es siempre lo más importante para nuestra empresa”.
En lo que atañe a la próxima campaña, Cuenca ha manifestado que “hay bastante incertidumbre en el sector patatero debido al enorme aumento de los costes de producción, factor que, inevitablemente, influye en la planificación de las siembras para la campaña 2023 y que puede acarrear una importante reducción en el número de hectáreas sembradas”.
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