En lo agronómico para la patata este año 2020 no ha ido bien porque el tiempo tampoco ha ayudado. Las lluvias en la zona de Cartagena han supuesto que la calidad no sea la óptima. En Castilla y León las tempranas fueron muy buenas, pero en las tardías también influyó la humedad en la merma de calidad. Contra eso no se puede luchar.
En cuanto a los mercados, cuando se empezó a recolectar, al inicio de la pandemia, en el sur hubo muchas demanda y buenos precios. En Castilla y León, también en julio y agosto. Después hubo menos calidad, demanda y precio. Entró la patata de Francia a mediados de septiembre y el precio bajó más.
Interagro de Patatas, que trabaja el ‘retail’ ha sufrido menos que quien se dedica al mercado tradicional. Hemos superado los problemas de manera satisfactoria. Cada día hay noticias nuevas. Tan pronto parece que va todo mejor como peor. No se sabe qué va a pasar. Y el agricultor se pone en el lado más pesimista, por si acaso.
La tendencia es a poner menos variedades para el canal Horeca y más para el minorista.
Si todo se normaliza habrá que hacer algunos cambios de estrategia, aunque es cierto que hay variedades de patata polivantes.
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